Reto 4: “Diseño colaborativo de servicios públicos”
PASO 1. IDENTIFICACIÓN DEL
PROYECTO: Perspectiva de género en el transporte público y la movilidad urbana
PASO 2. IDENTIFICACIÓN DE LOS
ACTORES IMPLICADOS:
PASO 3. DISEÑO DEL PLAN PARA
HACER PARTÍCIPES A LOS ACTORES INVOLUCRADOS
- - ¿Cómo hacerlos partícipes?
- - ¿Qué podrían aportar?
- - Reflexión sobre los aspectos positivos y negativos de emprender un proceso de esta naturaleza.
Según un estudio elaborado por el
Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico elaborado en
junio de 2018, “Está demostrado que las mujeres presentan patrones de
movilidad más complejos, puesto que incluyen más intermodalidad y, en
particular, uso de más transporte público y a pie, en varios momentos del día.”
Justifican este razonamiento en base a las diferencias sociales que aún
persisten, como los roles y las responsabilidades en el hogar, que
tradicionalmente han conllevado una mayor implicación de las mujeres en las
actividades de cuidado y de tareas en el hogar. Esto ha podido dar lugar a que
sus necesidades hayan sido, en cierto modo “subestimadas” en aquellos estudios
del transporte basados en la consideración únicamente de cobertura de los
desplazamientos laborales. Adicionalmente, las mujeres suelen tener una mayor
preocupación con la seguridad en determinados momentos del día. La percepción
de distintos niveles de seguridad es función de otros factores como la hora del
día, la adecuada iluminación, limpieza, comportamientos incívicos ante mujeres
en bicicleta, …. Y en parte, todo ello es consecuencia de la escasa
participación de las mujeres tanto en la planificación y elaboración de
políticas públicas de transporte como en la toma de decisiones. A continuación,
se indican las cuestiones más relevantes relacionadas con cada grupo de actores
involucrados:
•
Usuarios del transporte público (ciudadanos
individuales): Se podrían hacer partícipes a través de encuestas a pie de
calle, divulgación de la iniciativa en redes sociales y medios de comunicación,
apertura de portales de comunicación, “Citizen generated data”, Jurados ciudadanos
deliberativos, presupuestos participativos, gamificación, …
Pueden aportar
una visión más directa y concreta de los problemas más acuciantes y las
necesidades a las que debe otorgarse una mayor prioridad.
•
Administración pública competente (regulador): Sería
partícipe a través de redes de aprendizaje, diseño sistémico, Co-creación,
empleo de metodologías “agile”, diseño crítico, investigación-acción, visualización
de datos…
Puede aportar una
visión más técnica y normativa, como conocedor de la regulación que debe tenerse
en cuenta. Además, actúa como dinamizador, como canalizador de información y
aportaciones y como nexo de unión entre el resto de participantes.
• Comunidades Autónomas, Entidades Locales: Serían
partícipes a través de redes de aprendizaje, Co-creación, diseño crítico, investigación-acción,
organización de iniciativas de Ciencia Ciudadana, visualización de datos…
Pueden aportar
la visión más cercana al ciudadano, canalizando y comparando ideas y
sugerencias para establecer líneas generales de acción.
• Resto de Ministerios afectados: Su participación
estaría basada en redes de aprendizaje, Co-creación, diseño crítico y diseño
especulativo, investigación-acción…
Ofrecen una
visión centrada en los distintos aspectos que se relacionan o pueden verse afectados
por un cambio en las políticas del transporte.
• Operadores de transporte (empresas), prestadores
de servicios y empresas auxiliares: su participación sería muy similar a las de
los ciudadanos particulares, pero añadiendo otras posibilidades como la Gov
Jam.
Respecto a sus
aportaciones, estarían del lado de la eficiencia, la gestión de los servicios y
la propuesta y evaluación de iniciativas compatibles con la prestación y
explotación de los servicios.
• Instituciones europeas: su participación y sus
aportaciones estarían alineadas con las de la Administración pública
competente, pero añadirían, además, el punto de vista de la regulación
comunitaria y las posibles experiencias derivadas de iniciativas similares desarrolladas
en otros estados miembros.
• Asociaciones de mujeres, colectivos de mujeres
en distintos sectores, ...: este caso sería muy similar, en cuanto a la
participación, al de los usuarios de transporte y los operadores de transporte.
Pero proporcionarían una visión mucho más concreta y realista de los problemas
que encuentran las mujeres como usuarias del transporte público y cuales
podrían ser sus necesidades más inmediatas. Sería este el punto de vista más
focalizado en la problemática y el que podría marcar el camino crítico del
proyecto.
•
Organizaciones
medioambientales, ONGs, ....: similar en cuanto a participación y
aportaciones al de las asociaciones de mujeres, pero introduciendo la
perspectiva de la sostenibilidad y eficiencia energética, para hacer compatible
el proyecto con el respeto al medio ambiente.
•
Colegios profesionales, empresas implicadas en
el diseño de infraestructuras,..: su participación y aportaciones estarían
alineadas con las de los operadores de transporte, pero no desde el punto de
vista de los servicios, sino de la compatibilidad entre la perspectiva de
género y el diseño y construcción de las infraestructuras de transporte.
Este proceso crea valor,
garantizando la participación de los actores y afectados en el diseño de esta
política pública, lo que enriquece el proyecto y proporciona una visión global
mucho más completa, y profunda, al tener en cuenta múltiples puntos de vista.
La connotación negativa puede derivar del exceso de información que debe ser
gestionada y la dificultad de canalizar puntos de vista muy diversos. Además, es
posible que determinados colectivos vulnerables encuentren una mayor dificultad
en el acceso a la información y en la participación activa en este proceso,
como pueden ser los colectivos con bajos niveles de renta, en situación de vulnerabilidad
o riesgo de exclusión social, discapacitados, personas mayores, …
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